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Dudas sobre el operativo “más exitoso de la historia”: sombras en el mayor golpe antidrogas de Argentina

  • Foto del escritor: Redacción
    Redacción
  • 2 nov 2024
  • 3 Min. de lectura

El gobierno argentino celebró el pasado miércoles un operativo antidrogas que, según la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y su colega Luis Petri, sería “el más importante y exitoso” en la historia del país. Pero el despliegue, realizado con la intercepción de una avioneta Cessna 206 que aterrizó en un campo de Pueblo Andino, Santa Fe, deja tras de sí una serie de dudas y conexiones inquietantes. La narrativa oficial de una exitosa operación de seguridad se enfrenta a inconsistencias y sospechas sobre el conteo de drogas, el perfil del piloto boliviano capturado y la posible intencionalidad de promover a las Fuerzas Armadas en roles de seguridad interna.



Un aterrizaje poco improvisado y una detención fortuita


A pesar de los elogios oficiales al despliegue aéreo que “interceptó” al Cessna, los detalles contradicen una narrativa de intercepción. El avión no fue forzado a aterrizar de emergencia ni desviado de su trayectoria. El lugar de aterrizaje, un campo en Pueblo Andino, estaba preparado con tres tambores de 300 litros de combustible y bombas eléctricas, listas para recargar el avión y posibilitar su retorno a Bolivia, o tal vez un vuelo hacia Brasil. El operativo concluyó con la llegada de la Gendarmería Nacional media hora después del aterrizaje, tiempo suficiente para que el piloto intentara huir. Sin embargo, fue la policía local, y no la Gendarmería, quien finalmente detuvo al piloto cuando este intentó cruzar el río Carcarañá.


¿Cómo sabía el ministerio el peso de la droga antes del conteo oficial?


Otra de las piezas más oscuras del operativo surge en torno al conteo de la droga confiscada. Aunque el pesaje oficial de los 430 paquetes, equivalentes a 475 kilos de cocaína, comenzó alrededor de las 4 de la madrugada, Bullrich ya había informado la cantidad de droga incautada horas antes de la confirmación judicial. Esta “coincidencia” alimenta las sospechas de que las autoridades tenían información previa sobre la cantidad de droga, quizás obtenida desde una escala previa del avión en Santiago del Estero. En la carga se encontró la marca de un toro, asociada a grupos narcotraficantes de Tucumán, lo que sugiere una posible “entrega controlada” o delación.


Un piloto boliviano con prisión domiciliaria


El perfil del piloto capturado, Oscar Armando Caba Hurtado, añade otra capa de complejidad al operativo. Caba Hurtado, teniente coronel de la Fuerza Aérea Boliviana, estaba bajo arresto domiciliario en su país, imputado por su papel en la Masacre de Sacaba, en la que murieron diez personas en el marco del golpe militar que en 2019 llevó al poder a Jeanine Áñez. Curiosamente, Bullrich, entonces ministra de Seguridad, apoyó el gobierno interino de Áñez con el envío de proyectiles desde Argentina. La relación entre el gobierno argentino y los elementos de ultraderecha en la región sugiere posibles conexiones que aún no se han explicado en su totalidad.


¿Promoción encubierta de las Fuerzas Armadas?


La presentación del operativo como “un hito en la lucha antidrogas” parece coincidir con la política de Bullrich y Petri de promover la intervención de las Fuerzas Armadas en asuntos de seguridad interna, algo a lo que los altos mandos militares resisten. Sin embargo, tanto Bullrich como Petri han defendido este despliegue como un paso necesario ante el narcotráfico. Detractores de esta estrategia advierten sobre el riesgo de corrupción y colusión entre militares y narcotraficantes, un fenómeno que ha afectado a otros países latinoamericanos y europeos que han militarizado la lucha contra el narcotráfico.


Un inocente confundido con un narco


Este operativo trae a la memoria otro caso reciente de las fuerzas de seguridad argentinas: la detención de Maximiliano Ariel Acosta, quien fue arrestado en un control de la Gendarmería Nacional por posesión de talco, sospechoso de ser cocaína. Aunque el error fue finalmente aclarado, Acosta pasó más de 20 días en prisión, durante los cuales su familia denunció abusos y negligencia. La ministra Bullrich intentó justificar la detención, aludiendo a la similitud visual entre talco y cocaína, pero este incidente ha generado críticas sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad para distinguir adecuadamente sustancias.


¿Un “show” en lugar de un operativo efectivo?


Mientras Bullrich y Petri proclaman el éxito del operativo, el caso aún está rodeado de interrogantes. El Cessna aterrizó en el destino planeado, el piloto logró escapar temporalmente y ni el origen ni el destino final de la cocaína fueron identificados. Para algunos críticos, el operativo refleja un despliegue más teatral que efectivo, un intento de justificar la participación de las Fuerzas Armadas en seguridad interna y de reforzar una narrativa de éxito que aún está lejos de concretarse en logros reales contra el narcotráfico.

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