top of page

Trump contra Harvard: prohíben inscribir a estudiantes internacionales y se desata una crisis académica

  • Foto del escritor: Redacción
    Redacción
  • 22 may
  • 2 Min. de lectura

La administración del presidente Donald Trump tomó una decisión inédita que sacude el mundo académico global: revocó la autorización federal que permitía a la Universidad de Harvard matricular estudiantes internacionales. La medida afecta a unos 6.800 alumnos extranjeros que actualmente cursan sus estudios en la institución y bloquea nuevas inscripciones a futuro.



El anuncio fue realizado por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien justificó la decisión alegando que Harvard "ha fomentado el antisemitismo, promovido disturbios violentos en su campus y mantenido vínculos con el Partido Comunista Chino". En palabras de Noem, "la universidad ya no cumple con los estándares de seguridad nacional ni con los valores estadounidenses".


La reacción de Harvard no se hizo esperar. La universidad emitió un comunicado en el que calificó la medida como “ilegal, arbitraria y retaliatoria”, y anticipó que llevará el caso a la justicia federal. “Esta decisión amenaza directamente el corazón de nuestra misión educativa y el tejido diverso que nos define”, sostuvo la presidenta de la institución, Claudine Gay.


Una avanzada política contra el mundo académico


La sanción contra Harvard se produce en medio de una escalada de tensiones entre el gobierno federal y varias universidades de prestigio. La administración Trump ha congelado financiamiento público a instituciones acusadas de tolerar protestas “antiamericanas” y ha amenazado con quitar beneficios fiscales a aquellas que, según sus palabras, “han dejado de ser centros de educación para convertirse en plataformas de adoctrinamiento ideológico”.


Las protestas estudiantiles contra la guerra en Gaza, las críticas a la política migratoria y las movilizaciones por el cambio climático han sido leídas por el oficialismo como una “insurrección silenciosa” dentro del sistema educativo. Harvard, históricamente en el centro del debate político estadounidense, quedó en la mira tras las recientes manifestaciones pro-palestinas en su campus.


Consecuencias globales


La medida podría tener un impacto devastador no solo para la comunidad universitaria de Harvard, sino también para la reputación internacional del sistema educativo de Estados Unidos. “Están empujando a miles de jóvenes brillantes a buscar formación en otros países. Es un error estratégico y una señal alarmante para la libertad académica”, opinó el profesor Noah Feldman, especialista en derecho constitucional.


Desde organismos internacionales y universidades de todo el mundo expresaron su preocupación por la decisión. La Unión Europea, a través de su comisaria de Educación, calificó la medida como “un acto hostil que erosiona los principios de cooperación académica global”.


¿Un precedente peligroso?


Organizaciones como la American Civil Liberties Union (ACLU) y Human Rights Watch alertaron que este episodio sienta un precedente preocupante. “Estamos viendo un gobierno que utiliza el aparato estatal para castigar a instituciones que no se alinean con su ideología. Es una señal de autoritarismo creciente”, denunció Anthony Romero, director ejecutivo de la ACLU.


Mientras tanto, los estudiantes internacionales afectados enfrentan un panorama incierto. Muchos deberán transferirse a otras universidades estadounidenses –si alguna los acepta– o abandonar el país. “Vine acá para formarme en el mejor lugar del mundo. Hoy me dicen que no soy bienvenido. Es devastador”, comentó Amir, un estudiante iraní de posgrado en ingeniería.


La Universidad de Harvard ya inició una ofensiva legal para revertir la medida. Pero el daño simbólico ya está hecho: por primera vez en la historia moderna, una administración presidencial norteamericana declara una guerra abierta contra su propio sistema educativo.

Comments


bottom of page