Bullrich bajo fuego: la ministra celebró la captura de Osorio y puso en riesgo la detención de “Pequeño J”
- Redacción
- 1 oct
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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quedó en el centro de la polémica tras anunciar en redes sociales la captura de Matías Osorio, uno de los prófugos del triple crimen de Florencio Varela, horas antes de que finalizara la operación que derivó en la detención del narcotraficante conocido como “Pequeño J”, considerado el jefe de la banda. Investigadores y fuentes judiciales sostienen que el anuncio prematuro puso en riesgo la fase más delicada del operativo internacional.

Una operación en marcha desde la mañana
De acuerdo con la reconstrucción oficial, Osorio fue arrestado a las 10:12 de la mañana del martes en el distrito de Pucusana, Perú, en un procedimiento conjunto entre la Policía Bonaerense, la Policía Nacional de Perú y la colaboración de Interpol. El seguimiento había comenzado en Paraguay, continuado en Bolivia y culminado en territorio peruano.
La estrategia consistía en mantener en secreto la detención de Osorio, porque a través de su teléfono celular se estaban detectando comunicaciones en tiempo real con “Pequeño J”. Ese rastreo permitía a los investigadores cercar al jefe narco y preparar su captura sin alertar a su entorno.
El tuit que generó la alarma
Sin embargo, a las 19:27, Bullrich publicó en su cuenta de X (ex Twitter) un mensaje felicitando a la Policía Nacional de Perú por la captura de Osorio. El anuncio encendió alarmas en los equipos de investigación: “Todavía no teníamos detenido a Pequeño J. Esa información debía permanecer reservada porque se estaba usando el teléfono de Osorio para seguirlo”, explicaron fuentes con acceso directo al operativo.
El riesgo era concreto: el mensaje podía alertar a cómplices o contactos del prófugo, frustrando así la posibilidad de detener al verdadero objetivo de la operación.
El final del operativo
A pesar de la imprudencia, la Dirección Antidrogas de Perú, junto con fuerzas argentinas e Interpol, logró arrestar a Pequeño J horas más tarde, también en Pucusana. El narco quedó bajo custodia y se inició el proceso de extradición hacia la Argentina.
El éxito del operativo, sin embargo, quedó empañado por la controversia política. Investigadores consideran que la ministra se apresuró en busca de impacto mediático y que su anuncio pudo haber comprometido la efectividad del procedimiento.
La omisión de la Bonaerense
Otro foco de tensión fue la ausencia de reconocimiento a la Policía Bonaerense. En su mensaje, Bullrich felicitó únicamente a las fuerzas peruanas, pese al rol decisivo que tuvieron los efectivos bonaerenses en el seguimiento y la localización de Osorio. La omisión no pasó desapercibida y alimentó críticas internas en el ámbito de la seguridad.
Debate político y repercusiones
El caso abre un debate más amplio sobre el uso político de la información sensible en materia de seguridad. Mientras el Ministerio de Seguridad intenta exhibir la captura como un éxito de cooperación internacional contra el narcotráfico, opositores y especialistas advierten sobre la irresponsabilidad de difundir datos operativos antes de tiempo.
La polémica recién empieza: lo que debería haber sido un triunfo institucional quedó atravesado por la sospecha de imprudencia y por un nuevo cruce entre la ministra y sectores de la seguridad provincial
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