Diputados aprobó la emergencia sanitaria pediátrica en un duro revés para el gobierno de Milei
- Redacción

- 7 ago
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La Cámara de Diputados de la Nación aprobó ayer, con 159 votos a favor, 67 en contra y 4 abstenciones, el proyecto que declara la emergencia sanitaria pediátrica en el país, una medida que busca garantizar la sostenibilidad del sistema público de salud infantil y recomponer los salarios del personal del Hospital Garrahan, el principal centro de referencia nacional en pediatría de alta complejidad.
Este avance legislativo, impulsado principalmente por la oposición, representa un golpe político significativo para el gobierno del presidente Javier Milei, que había anunciado su intención de vetar la iniciativa. La emergencia pediátrica fue aprobada tras un largo proceso que incluyó la obtención de dictámenes favorables en comisiones durante el mes de julio, y la convocatoria a una sesión especial para su tratamiento en el recinto, que finalmente tuvo lugar el 6 de agosto.
El proyecto de ley establece una emergencia sanitaria pediátrica por un año, con posibilidad de prórroga, y contempla una serie de medidas destinadas a asegurar el funcionamiento adecuado del sistema público de salud pediátrica. Entre las disposiciones más importantes se encuentran la recomposición salarial para el personal médico y sanitario, incluyendo residentes, de manera que sus ingresos recuperen el poder adquisitivo perdido en los últimos años. También incluye la derogación de la resolución 2109/2025, que había modificado el régimen de residencias médicas y generado preocupación en el sector por sus efectos en la formación y condiciones laborales de los profesionales en formación.
Además, la ley reconoce al Hospital Garrahan como un centro de referencia nacional de alta complejidad en pediatría, lo que implica asegurar recursos específicos para su funcionamiento y su rol estratégico en la atención de niños, niñas y adolescentes con enfermedades graves o complejas. El proyecto también autoriza compras directas de insumos y medicamentos necesarios para garantizar la atención, y contempla exenciones en el impuesto a las ganancias para el personal que realiza guardias y horas extras, una medida que busca mejorar la remuneración y las condiciones laborales del sector.
La aprobación en Diputados llega en un contexto de fuerte tensión entre el Congreso y el Poder Ejecutivo, particularmente en lo que respecta a la política sanitaria y el financiamiento público. La oposición ha denunciado recortes presupuestarios y medidas que afectan la calidad y el acceso a la salud pública, y ha planteado la emergencia pediátrica como una respuesta urgente para evitar un colapso en el sistema.
Por su parte, el gobierno de Milei ha defendido una política de reducción del gasto público y ha cuestionado la viabilidad financiera de muchas iniciativas presentadas por la oposición, aunque en este caso anticipó que podría vetar la ley una vez que llegue al Ejecutivo, argumentando razones presupuestarias y de política económica.
La votación en Diputados evidencia una mayoría amplia y transversal que se opone a los recortes en salud y respalda medidas para fortalecer el sistema público, especialmente en un área tan sensible como la pediatría. El proyecto ahora será remitido al Senado, donde deberá recibir la aprobación definitiva para convertirse en ley.
El impacto de la emergencia sanitaria pediátrica es significativo no solo para el Hospital Garrahan sino para todo el sistema público de salud infantil del país, que enfrenta desafíos constantes en materia de financiamiento, infraestructura y recursos humanos. La recomposición salarial propuesta apunta a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la salud, un sector clave para garantizar la atención adecuada a las nuevas generaciones.
Este escenario abre un nuevo capítulo en la relación entre el Congreso y el Ejecutivo, con una oposición que logra avances legislativos importantes pese a la resistencia del gobierno. La discusión sobre la emergencia pediátrica también pone en el centro del debate la prioridad que se le asigna a la salud pública en la agenda nacional, y la necesidad de proteger a los sectores más vulnerables, como los niños y niñas que dependen del sistema estatal para su atención médica.
En definitiva, la aprobación de la emergencia sanitaria pediátrica en Diputados marca un paso crucial en la defensa del sistema público de salud y un desafío abierto al gobierno de Milei, que deberá decidir cómo responder a esta iniciativa que cuenta con un fuerte respaldo político y social.






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