Falleció Pepé Valdez, un gran ser humano, malvinero hasta la medula

Hace unos días pensaba en algo que me duele profundamente: dentro de algunos años, los Veteranos de Guerra de Malvinas ya no estarán entre nosotros. El tiempo pasa para todos, también para ellos, nuestros héroes. Hoy están grandes, con los cuerpos golpeados por la posguerra. Cargan cicatrices que duelen más que las provocadas por el enemigo: son las heridas de la indiferencia, de la desidia del Estado, del abandono de quienes debieron contenerlos y solo les dieron la espalda.

Para mí, la causa Malvinas no es una más. Es la causa más importante en mi vida. Porque habla de soberanía, sí, pero también de dignidad, de memoria, de justicia. Porque Malvinas es la historia viva de un país que aún tiene cuentas pendientes con quienes lo defendieron con el cuerpo y el alma.

Hoy me llegó una noticia que duele más de lo habitual: falleció Pepe Valdez. Un veterano de guerra, ex presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Quilmes. Un tipo entrañable, loco hermoso, malvinero hasta la médula. Combativo, frontal, compañero. Un luchador incansable por los derechos de los veteranos y por mantener encendida la llama de Malvinas.

Se fue un grande. Se fue dejando huella. Su voz fuerte, su compromiso inquebrantable, su forma de decir las cosas sin vueltas. Lo vamos a extrañar. Yo lo voy a extrañar.

Y mientras lo despido, reafirmo lo que siento desde siempre: Malvinas no es una causa del pasado, es una deuda viva del presente y un compromiso eterno con el futuro.

Por Pepe, por todos ellos, por los que volvieron con heridas que nadie quiso ver, y por los que quedaron allá.

Honor y gloria, compañero.Las Malvinas fueron, son y serán argentinas.

Nahuel Hidalgo