La privatización de Aerolíneas Argentinas y el riesgo de desconexión territorial

La reciente declaración de la diputada Agustina Propato sobre la propuesta de Javier Milei de privatizar Aerolíneas Argentinas destaca un tema central: el riesgo de desconexión territorial en nuestro país. Con esta medida, según alerta Propato, muchas rutas aéreas que actualmente conectan a las regiones menos rentables podrían quedar sin cobertura. Propato enfatiza que, debido a su escasa rentabilidad, estas rutas no atraerán a compañías privadas, lo que generaría un serio problema de integración territorial para un país tan extenso como Argentina. "A los argentinos nos sumaron un nuevo problema: la desconexión a la que nos veremos sometidos los habitantes de nuestro extenso territorio nacional", señaló.

Para responder a esta preocupación, Propato propone un proyecto de ley que presenta una alternativa estatal: que las rutas aéreas abandonadas por Aerolíneas Argentinas sean restablecidas por LADE (Líneas Aéreas del Estado), una dirección dentro de las Fuerzas Aéreas Argentinas, que depende del Ministerio de Defensa. Esta línea, creada como fomento y promoción de la conectividad, tendría la función de garantizar la continuidad en aquellas rutas que el mercado privado consideraría no rentables. "La integración territorial está inscripta en la Defensa Nacional", subraya Propato, y sostiene que el Estado tiene la responsabilidad de asegurar esta conexión estratégica, sin importar las preferencias ideológicas.

Este proyecto apunta a que el Estado actúe como garante de la conexión entre las regiones, manteniendo un flujo de transporte aéreo que no dependa exclusivamente de la rentabilidad. En palabras de Propato: "Nosotros estamos pensando en construir una solución. Porque todos los argentinos que habitan en nuestro extensísimo país necesitan una respuesta para poder mantenerse conectados". Su propuesta defiende que la integración territorial es una cuestión de defensa nacional y que el Estado tiene el deber de cubrir aquellas rutas necesarias para asegurar el acceso de todos los argentinos a servicios básicos y oportunidades de desarrollo.

La pregunta que queda es si el Ejecutivo garantizará esta integración o si dejará que el mercado privado determine qué regiones se mantendrán conectadas. La desconexión no puede ser la consecuencia de una política de mercado en un país con tantos desafíos geográficos y sociales.